Este tratamiento está diseñado para reparar y restaurar dientes dañados o deteriorados por caries, traumatismos o desgaste natural, utilizando resina compuesta de alta calidad que se adhiere perfectamente a la estructura dental. La resina está disponible en una variedad de tonos, permitiendo que el color se combine con el diente natural para lograr un aspecto estético y natural.
Además de restaurar la funcionalidad del diente, la resina compuesta es menos invasiva que otros métodos, conservando más tejido natural. Proporciona una solución duradera, resistente a la presión de la masticación y con una estética impecable, lo cual es ideal tanto para dientes visibles como para molares.
Tras una evaluación inicial, se limpia y prepara la cavidad dental. La resina se aplica en capas, moldeando y esculpiendo el material para adaptarse a la forma original del diente. Luego se endurece con luz especial y se pule para una apariencia lisa y brillante.
Este procedimiento consiste en retirar las restauraciones de amalgama antiguas que contienen mercurio y reemplazarlas con resina compuesta de apariencia natural. Esto no solo mejora la estética de la sonrisa, sino que también responde a las inquietudes de salud relacionadas con el uso de materiales metálicos en la boca.
La resina compuesta es biocompatible y no presenta los riesgos asociados al mercurio en las amalgamas. Además, al igualarse al color del diente, ofrece una estética uniforme, eliminando el aspecto metálico y oscuro en los dientes posteriores.
Se retira la amalgama de forma segura con medidas de protección para evitar la exposición al mercurio. Luego, el área se limpia y se prepara para la colocación de la resina. Al igual que en las restauraciones, se aplica en capas, se endurece y se pule para garantizar una adaptación perfecta.
La profilaxis es una limpieza profunda que elimina la placa bacteriana, el sarro y las manchas superficiales de los dientes. Este procedimiento no solo es fundamental para una sonrisa brillante, sino que también es clave en la prevención de problemas dentales mayores.
Realizar profilaxis regularmente reduce el riesgo de caries y enfermedades periodontales. Además, mejora el aliento y elimina la acumulación de sarro que no se puede retirar con el cepillado diario.
Durante la profilaxis, el odontólogo utiliza herramientas de ultrasonido y otros instrumentos para eliminar el sarro. Luego, se pulen los dientes y, en algunos casos, se aplica flúor para reforzar el esmalte. Se recomienda realizar este procedimiento cada seis meses.
Este tratamiento está dirigido a pacientes que presentan enfermedad periodontal (o periodontitis), una infección de las encías que afecta los tejidos de soporte de los dientes. Si no se trata a tiempo, puede causar pérdida ósea y dental.
Detener la progresión de la periodontitis ayuda a prevenir complicaciones graves, incluyendo la pérdida de dientes. Además, se reduce la inflamación, el dolor y se mejora la salud de las encías, lo que contribuye a una sonrisa más saludable.
Inicialmente, se realiza un raspado y alisado radicular para eliminar las bacterias y el sarro acumulados debajo de las encías. En casos avanzados, puede ser necesaria una cirugía periodontal para limpiar profundamente los bolsillos periodontales y reducir la inflamación.
La endodoncia es un procedimiento para tratar el interior del diente afectado por caries profundas o traumatismos. Este tratamiento, también conocido como “tratamiento de conductos”, se realiza para eliminar la infección en el nervio dental y conservar el diente.
Permite salvar el diente natural, evitando una extracción que podría desequilibrar la mordida o requerir una prótesis. Además, alivia el dolor y permite recuperar la función del diente afectado.
Después de anestesiar el área, se realiza una apertura en el diente para extraer el tejido infectado o dañado de los conductos. Estos conductos se limpian, desinfectan y sellan con un material biocompatible. Finalmente, se coloca una corona para fortalecer el diente.
La exodoncia de cordales o muelas del juicio es la extracción de estos molares, que suelen causar problemas por falta de espacio en la mandíbula, causando dolor, infección o incluso desplazamiento de otros dientes.
Retirar las muelas del juicio previene problemas de alineación dental, infecciones, dolor y daños en los dientes adyacentes. También facilita la higiene bucal, ya que estas muelas pueden ser difíciles de limpiar.
Antes de la cirugía, se realiza una evaluación radiográfica para planificar la extracción. Luego, bajo anestesia, se realiza la extracción quirúrgica, y se brindan instrucciones detalladas para el cuidado postoperatorio que incluye manejo del dolor y recomendaciones para una recuperación rápida y sin complicaciones.
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